Antes de compartir mi post de hoy me gustaría que reflexionáramos….Cuantas veces hemos escuchado la frase, “Nuestras creencias nos separan”?… Cuantas guerras en la historia de nuestro planeta han sido causadas por ellas?
Respeto a cada individuo, cada religión y creo firmemente que estamos entrando en una era en la que mas allá de nuestras creencias religiosas nos vamos a regir por la ley Universal del amor y me siento muy bendecida de estar viviendo este cambio de conciencia en el mundo! Así que los invito a leer este post teniendo en cuenta esta ley Universal…
Les cuento que en los últimos años de mi vida he sentido una cercanía muy especial con la Virgencita de Guadalupe, porque aunque nací y crecí en un ambiente Católico, fue hasta hace poco que mi corazón camina de su mano y desde entonces no he parado de recibir regalos hermosos…
Hace unos años, un poco cansada de buscar el amor de pareja, después de un divorcio, un par de relaciones hermosas pero que no llegaron a nada serio, llego a mis manos una imagen muy especial de la Virgencita de Guadalupe, y me dijeron si con devoción le pides, ella te responderá…
Así es que además de hacer una cadena de oración por quince días con mi madre, mi tía y mi hermana, visite la Basílica de Guadalupe en México y de rodillas ante ella le dije entre otras cosas: “Virgencita estoy cansada de buscar, tu sabes que mi corazón desea con mucha ilusión una pareja para formar una familia hermosa…así que a partir de hoy te voy a dejar a ti esa chamba, desde hoy no me voy a distraer buscando, simplemente me dedicare a encontrar la felicidad dentro de mi, a ser mejor mujer y a confiar en que algún dia cuando ese hombre llegue tu tocaras mi corazón tan fuerte que me darás la señal perfecta que me hará reconocerlo”
Y así fue…después de dos años de un crecimiento espiritual inmenso como mujer, un 28 de Enero del 2010 en un jardín orgánico de la terraza de Le Petit Ermitage Hotel en la ciudad de Los Ángeles, mi milagro de amor ocurrió y sin apenas darme cuenta…conoci al hombre con el que caminare el resto de mi vida: “Forrest…Mi milagro de amor”
Hoy en el dia de nuestra morenita querida, exactamente a un año de nuestra boda, a casi dos años de sentirme súper honrada y bendecida por caminar al lado de un hombre tan maravilloso como Forrest, y a semanas de la llegada de nuestro primer baby, les comparto con mucha ilusión la entrevista completa que mi amiga Nunu, nos hizo para la revista Hola en aquel entonces…y que cuenta este milagro de amor a detalle…
Gracias a todos por compartir con nosotros este milagro de amor…
Bendiciones hoy y siempre…
Patty
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Patricia… Así que te enamoraste…
- Fue algo precioso, de cuento. Cuando comencé, pensé que era algo caído del cielo. Ahora lo sé, estoy segura.
- ¿Lo esperabas?
- Para nada. Estaba en un momento de mi vida muy relajado, muy feliz. Pensaba: no tengo pareja, pero está bien, no lo necesito. Me siento llena con lo que hago y con lo que soy, y si no pasa, pues no pasa y estaré bien igual. Esa era mi situación. Lo que sí era que llevaba un tiempo más viéndome hacia dentro, tratando de ser más espiritual, haciendo meditación… Creo que con la meditación se desarrolla más, se agudiza la intuición o lo que llaman el sexto sentido.
- ¿Cómo os conocisteis?
- Vine a LA a trabajar. Me hospedé aquí, en este precioso lugar llamado Petit Ermitage Hotel. Una mañana, hace apenas tres meses, tenía una cita importante de trabajo pero mi alarma no funcionó. Mi manager me habló, me estaba esperando en la puerta con el chofer. Le dije: Desayuno algo rapidísimo y bajo. Recién salida del baño, agarré la primera ropa que encontré, sin maquillaje, de volada… ¡todo un desastre!, subí corriendo a la terraza del hotel con mi computadora para contestar rápido unos mails urgentes mientras desayunaba. Salí al jardín para sentarme ahí y de pronto, lo vi. Vi a un hombre, allí sentado –dice señalando una mesa-, me fijé en sus ojos y no puedo explicarte exactamente que sentí, pero fue como si el tiempo se detuviera. Como si nuestras miradas fueran dos estrellas que se chocan en mitad del universo. Sentí algo muy profundo… Era Forrest.
- Forrest es guapísimo, a ninguna mujer le habría pasado desapercibido.
- Claro que pensé también que era guapísimo, pero te garantizo que fue algo mucho más allá, algo especial. El se me quedó viendo igual… Fue algo sublime, no podría explicarlo mejor. Un momento de esos en los que sientes de pronto que el mundo alrededor se detiene y sólo existen los dos…
- ¿Y qué hiciste entonces?
- Agarré una mesa y llamé a mi manager, Mariana Mina, que seguía esperándome abajo y le dije: “Sube,please, porque yo ahorita no voy a ningún lado. Corre, ven, tienes que ayudarme. Hay un hombre aquí que tengo que conocer”, –dice muerta de risa-. Así que la pobre subió y me preguntó: “¿Y ahora qué hago? ¿Le pido su número de teléfono?” Por supuesto que yo no quería eso, me daba mucha pena. Así que le dije que se sentara a desayunar conmigo y a ver qué onda. Minutos después, gracias a Dios, comenzó a llover y Forrest tuvo que cambiar de mesa y se sentó junto a nosotras.
- Fue algo mágico –interviene ahora Forrest-. Te garantizo que no fue un flechazo, no fue lo que se dice amor a primera vista. Fue algo más profundo, como si estuviera reconociendo a alguien a quien esperaba de siempre. ¿Te acuerdas en Avatar, cuando dicen: “I see you”. Así lo sentí yo con Patty. Fue verla a los ojos y sentir: I see you. No tenía ninguna expectativa. Pensé, quizá es simplemente un momento mágico, en este precioso jardín, sentir una conexión de pronto así con alguien, y no haya más. Lo que sí puedo decirte es que sentí muchísima paz. Yo estaba igual, trabajando, ella también, y pensé, cool. No tenía idea, por supuesto, de quién era ella. Llevo aproximadamente un año viniendo de vez en cuando a esta terraza a trabajar, a escribir… Así que cuando empezó a llover, me senté en la mesa junto a ellas, que estaba bajo el porche. Mariana me dijo algo para romper el hielo, tipo: “Espero que tu compu no se haya mojado con la lluvia…” Y ahí empezamos a hablar lo típico, que de dónde eran, que cuánto tiempo iban a estar en la ciudad… Al rato me invitaron a ver su trabajo. Estaban preparando el video del nuevo disco de Patty. Así que les comenté que tenía una revista que hablaba de Los Ángeles, y que me avisaran cuando volvieran a la ciudad para conversar.
- Forrest me dio su tarjeta y me dijo: ésta es mi página Web, mándame un email. Yo le dije que sí, pero estaba pensando para mis adentros: “¡Por supuesto que yo no te voy a escribir primero!” –exclama Patty riendo-.
- Su manager me dio su tarjeta… Y yo, obviamente, quería contactar con Patty, pero todo había sido tan natural que me dio cosa lanzarme a la primera… -asegura Forrest algo tímido.
- Te digo, como Forrest, no fue amor a primera vista… Fue la conexión increíble y la necesidad de querer saber más de él, conocer a la persona.
- Yo no estaba flirteando… -asegura Forrest-. De hecho, pasó una semana o diez días, hasta que le escribí a su manager. Y le dije: me voy de viaje con mi padre a Nueva Zelanda, pero me gustaría estar en contacto con vosotras, dile a Patty que le mando saludos. Y Mariana me contestó: Aquí te envío el email de Patty, le encantaría saber de ti. A la vuelta de mi viaje escribí a Patricia por fin: me encantó conocerte… Y, sin saber que Patty medita desde hace años, sentí que quería mandarle una foto mía meditando allí, en Nueva Zelanda, porque a mi la meditación me cambió la vida.
- Cuando me llegó esa foto –interrumpe Patty- para mí, que la meditación ha sido una constante en mi vida estos últimos años, verle tan bello, envuelto en una manta porque hacía frío en Nueva Zelanda, y meditando… ¡Me encantó! Vi sus ojos otra vez, y pensé: hay algo en su mirada, que siento que lo conozco de siempre. Y ahí nos empezamos a escribir, con esa conexión espiritual, de algo tan común y tan querido para los dos desde el primer momento. –Se queda pensativa unos instantes y continúa: -Una vez leí en un libro: el auténtico camino para encontrar el amor verdadero, para tener una relación que perdure en el tiempo, hay unos pasos a seguir… Primero, conectar en el espíritu, porque conectar a ese nivel, es lo más difícil que se de en una pareja. Después, intelectualmente, estar al mismo nivel, querer las mismas cosas en la vida, tener las mismas metas. Y al final, la química, que físicamente haya atracción. Al seguir esos pasos, y en ese orden, es cuando realmente hay una verdadera posibilidad de que exista un amor verdadero y una relación con futuro. Y así conectamos nosotros. Era la forma que yo siempre había soñado en una relación, pero nunca encontré la persona con quien hacerlo, y esto fue tan natural que se diera así… Cuando empezamos a escribirnos más, le dije: Estoy feliz de haberte conocido, porque siento que he encontrado en ti un maestro, un guía, en mi vida. Así igual siento a mi hermana, que aunque es más joven que yo, es un alma muy sabia. Esa misma vibra sentí de él.
- Patty, aunque tú siempre has sido muy celosa de tu vida privada, ¿hace cuánto terminaste tu última relación?
- Hace dos años… Y en aquél momento me fui a la Basílica de Guadalupe a rezar. De rodillas, entre otras cosas le pedí a la Virgencita: si este es el hombre para mí, haz que por favor volvamos. Si no, por favor, estoy lista. Si hay un hombre para mí, muéstramelo. Tú eres quien me lo va a traer, yo ya no busco más… -se sincera, con mucha simpatía.- Y de verdad, lo dije con tanta, tanta fe… Que me quedé muy tranquila.
- Y la Guadalupana te escuchó.
- Ya había pasado una semana de escribirnos mails, y sentir que algo tan mágico estaba sucediendo, tener con Forrest esa conexión tan increíble… De repente un día le pregunté: “¿Qué sucedió en tu vida que te ha hecho estar tan conectado a un enfoque tan espiritual de todo? ¿Qué pasó?” Y me contestó: “La verdad, no fui yo, fue la Virgen de Medjugorje”… Me dio un escalofrío, pensé: No puede ser… Tanto que yo le estoy pidiendo a la Virgen por ese hombre especial… . Y tengo mi altarcito de la Virgen de Guadalupe junto a la cama. Entonces le mandé una fotito de mi altar con la Virgen… Es algo muy mexicano. Y él me contestó: “No vas a creerlo. Espera que te mando el que tengo yo en mi habitación”. ¡Y efectivamente, no lo podía creer! ¡Era igual que el mío! Ahí tenía también a la Virgen de Guadalupe, con sus velitas! Y ni siquiera es mexicano… –dice muy risueña-. Ahí sí, casi me da algo, me acordé del día que fui a rezar a la Basílica, me puse a llorar de la emoción y de rodillas, a rezar, porque claro, yo ya estaba emocionadísima con él, pero hasta este punto ya sabes, no tenía idea de qué iba a pasar… Teníamos una comunicación tan directa, sin juegos, hablarnos de todo, directamente, sin tapujos, sin pretender nada. ¿Te imaginas? A ver a quién le hubiera dicho yo: te dejo, que estoy súper emocionada con la foto que me acabas de mandar y voy a ponerme a rezar… -dice sin parar de reír-. ¡Cualquier otro sale corriendo asustado! Pues esa cosa es lo más bonito que ha habido entre los dos desde el primer momento: una sinceridad y una transparencia total. Como te cuento, ahí estaba yo, totalmente conmovida, y a la Virgencita le dije: “Me acabas de tocar el corazón cañón… Ahora sí te pido, por favor, si este es el hombre para mí, muéstranos Tú el camino. No me quiero volver loca, no quiero empezar a inventar historias, quiero seguir centrada, y quiero reconocer todas la señales que me vayas mandando. Que las señales sean claras, háblame… Muéstramelo con claridad. No quiero estar inventando algo que percibo, pero que quizá sólo esté sucediendo en mi cabeza.”. Me fui a dormir y al despertar la mañana siguiente, lo supe. En mi corazón, supe que era él. Hace doce años grabé una canción que al final no quedó en ninguno de mis discos. Era en inglés, y decía: You are the one, You are my only one … Esa mañana la escuché por casualidad: Era como si la Virgen me estuviera hablando directamente. “Es él, no lo dudes”. Y se lo conté a Forrest. Le dije, verás, quizá pienses que estoy loca, quizá vas a salir corriendo y no te voy a ver nunca más, pero anoche estuve rezando y le pedí a la Virgen que me hablara con claridad. Y lo primero que he hecho esta mañana es oír una canción y esto es lo que he sentido. Te la voy a mandar para que la oigas, para que me digas qué sientes tú.
- La comunicación que ha habido entre los dos desde el primer momento, ha sido lo más impactante. –dice rotundo Forrest-. Era una conexión tan grande, íntima entre nuestras almas, sin haber vuelto a vernos aún. Más profunda que la que mucha gente haya tenido alguna vez en su vida, después de años de trabajar en una relación… Era realmente algo que sólo podía venir del más allá, del cielo. Los detalles mágicos no dejaban y no han dejado de sucederse, como irás viendo. Ese sentimiento de que estás viviendo con un propósito… Continúo en el punto increíble de encontrar esa conexión que los dos teníamos con la Virgen María. Yo crecí en una familia católica, pero realmente me conecté con mi fe hace cuatro años en una visita a Medjugorje. No fue una conversión radical, o inmediata, pero algo nació en mí muy importante, algo estaba cambiando. Cuando dejé Bosnia, empecé a escribir, y sentía como la Virgen me iba llevando de su mano, no sólo como si ella escribiera a través mío, sino que me apunto hacia ese lugar de paz, ese rincón que existe en el corazón de todos los seres humanos y en el momento en que lo sentí, ya no dejó de crecer. Aparté una a una las cosas que alejaban de esa paz que estaba sintiendo: desde salir con mujeres y tratarlas como simples objetos, empecé a cambiar todos mis hábitos. Estaba creciendo como ser humano, centrado en ser mejor persona. Tres semanas antes de conocer a Patty, hablé con un amigo y le dije: ¿Sabes qué? Tengo tanta paz, estoy tan a gusto, tan centrado en el propósito de esta nueva vida que llevo ahora, con mi revista, produciendo algunas cosas aquí y allá, para tocar el corazón de la gente, en mi nuevo grupo de meditación… Me siento tan feliz que si la chica de mis sueños se apareciera mañana, lo mismo le decía, ¿sabes qué? Vamos a dejarlo para un poco más adelante… -dice riendo con la certeza de que le salió del corazón, para verse ahora en el lugar donde se encuentra, junto a la que está convencido es la mujer de su vida.- Ahora tengo que tragarme lo que dije… Desde el primer instante de conocernos, creo que puedo hablar por los dos, no teníamos ninguna expectativa de lo que pudiera suceder. Los dos hemos trabajado mucho en nosotros mismos por separado, antes de conocernos para ser personas conscientes, para estar presentes en la vida desde un lugar de amor, para ser un estupendo apoyo, para compartir la totalidad de cada uno, y llegar así al amor sin depender el uno del otro. Poder conocernos así, la manera total en que esto fue orquestado, incluso esa atracción que sentimos desde el principio, que gracias a la distancia nos ayudo mucho a conocernos de otra forma… La relación, aunque breve, se ha construido sobre unos cimientos muy sólidos. Fue simplemente perfecto… –dice enfatizando el “perfecto”-. Escuche la letra de la canción de Patty y me encantó que lo compartiera conmigo. Sin juegos, sin miedos, que fuera tan valiente y abriera su corazón conmigo con tanta claridad.
- Después de conocerle a él -asegura Patty- yo ya sabía que era el hombre que siempre había soñado y entendí que ya no podía conformarme con menos. Siempre había pedido a Dios encontrar ese hombre increible con quien poder compartir esa dimensión espiritual, mis meditaciones. Creo que Forrest es un alma muy antigua, muy sabia… Así que en México le dije a Mariana: sabes qué, tengo que ir a la Basílica a ver a la Guadalupana. Tengo que agradecerle que lo conocí. Me acordé que había hecho una lista de las características que el hombre de mi vida tenía que tener… La busqué y llamé a Forrest y le dije: hace cuatro años escribí una lista con estas características que tendría mi persona ideal… ¿Podrías decirme si tú eres así? –Y vuelve a insistir con el concepto-: Cuando conoces a alguien te cuidas, hay ciertas cosas que quizá no te atreves a decir para que el otro no salga corriendo… ¿Sabes qué? Eso es todo mentira. Los juegos no sirven de nada si realmente quieres encontrar un alma gemela, tienes que ser muy abierto y muy sincero. Es lo mejor para ambas personas, porque es un canal que se abre sencillo, fácil para comunicarse. Y lo mas importante, tienes que convertirte tu primero en ese ser maravilloso para que puedas atraer a esa pareja tan maravillosa.
- ¿Y qué te dijo Forrest cuando escuchó la canción?
-Después de escuchar la canción me dijo: “You are the one. Eres tú. Me voy a casar contigo, lo sabes, ¿no?” Y yo le dije: “No corras tanto, primero tienes que preguntarme si quiero ser tu novia…” -Los dos ríen enamorados, como dos adolescentes a quien el amor les sorprende por primera vez-. La belleza más increíble de todo esto, es que no habíamos vuelto a vernos desde el día fabuloso que le conocí. Estábamos enamorándonos de nuestras similitudes, de nuestras creencias espirituales en común, de nuestras metas, fue como vernos a un espejo, como reconocernos el uno en el otro.
- Incluso –añade Forrest- si en el momento primero no teníamos palabras para describir lo que pasó al conocernos, si luego todo fluyó como lo ha hecho, si después al pasar tiempo juntos conectamos a todos los niveles, puedo decirte que la paz y la comprensión que hemos sentido desde el primer instante ha sido algo increíble. No se dio nada que no fuera confortable, que no nos hiciera sentir a gusto, por fuera y por dentro, algo que uno siente: esto es lo correcto, esto es lo bueno… Y eso es mágico. Nunca hubiera soñado poder sentir algo así. Me encantó que el momento de conocernos se diera como se dio: No tener idea que era una celebridad… Verle a los ojos y reconocer algo en ella que me tocó el corazón. Fue fabuloso que todo sucediera de esa manera.
- Para ti, que no supiera quién eras, te habrá encantado, ¿no Patty?
- La verdad… Ser una mujer famosa a veces te acarrea inseguridades de ese tipo, no te voy a mentir. Y Forrest es la primera persona que, por mi misma, sin aderezos, me admira y me apoya a todos los niveles, que ama cada rincón de mi ser. Con el estoy segura.
- ¿Y cuando volvieron a verse? ¿Qué sucedió? ¿Saltaron cohetes artificiales?
- Yo ya había llegado al punto de esas mariposas en el estómago… Estaba deseando verlo. Me empezó a entrar el temor: ¿qué tal si luego en persona las cosas cambian? ¿y si no nos sentimos atraídos? Unos nervios… Todo el día andaba pidiendo señales, pero de pronto tenía mis momentos de decir: esto es una locura, ¿y si todo está en mi mente? ¡todo está pasando demasiado rápido!
- Incluso cuando le dije que nos íbamos a casar -comenta Forrest-, esas emociones nos descentraban, volvíamos atrás y decíamos: “OK, volvamos al presente, aquí y ahora, y vamos a disfrutar el momento que estamos viviendo y pasará lo que tenga que pasar”. Si seguíamos encontrándonos en el presente, el camino se nos mostraría.
- El me preguntó: “¿quieres que vaya a verte a México?” –cuenta Patty-. Y yo le dije: “Creo que de momento no, me está encantando conocernos de esta manera, ¡y está funcionando!” Así siguió creciendo esa fortaleza entre los dos antes de volver a vernos en persona. Y a él le pareció bien. Cuando al mes ya tuve que volver a LA por trabajo, yo, que en el fondo soy una romántica empedernida, le dije: “¿Sabes qué? No quiero que vengas por mí al aeropuerto. Quiero volver a verte exactamente en el mismo lugar en el que te vi por primera vez, en el jardín del ático del hotel”. Y quedamos. Un día antes me dijo: “ Parece que va a llover. ¿Quedamos mejor en otro sitio? ¿Seguro que no quieres que vaya por ti al aeropuerto?” Y yo le dije: “Segurísimo, nos vemos en el ático del hotel. Y si llueve, pues nos mojaremos y no pasa nada”. Aún no puedo creer lo que construimos juntos, el nivel de intimidad que alcanzamos en dos meses sin siquiera vernos, se me hace increíble, cuando para una relación normal lleva años llegar hasta donde estamos ahora, encontrar esta conexión, si es que alguna vez se llega a dar…
- Aunque habláis idiomas diferentes, de alguna forma, hablabais el mismo lenguaje…
- Tengo que decirte algo… -confiesa ahora-. Nunca, nunca, nunca, pensé que saldría con un americano que no hablara español… Ahora sé que el amor nada tiene que ver con el idioma que se hable. Cuando uno abre el corazón, la comunicación fluye, no importa en qué idioma. Eso para mí ha sido otra gran lección de esta relación.
- Así que el día que te tocaba verle, estarías histérica…
- Cuando yo me subí a ese avión, Dios mío… –dice llevándose las manos al estómago-. ¡No sabes los nervios! La noche anterior quería dormir, ¡no podía! Quería meditar, ¡no podía concentrarme! Estaba fuera de control… Nada más aterrizar le mandé un mensaje… “No sé cómo te estés sintiendo tú, pero yo siento que el corazón se me sale por la boca”. Y él me contestó, “No te preocupes, yo estoy igual. Ven”.
- Y tú, Forrest, ¿cómo te sentías al pensar que por fin ibas a verla?
- Yo me levanté esa mañana sin saber qué hacer conmigo: me fui a meditar, luego hice yoga, luego subí a correr a la montaña… Estaba tan nervioso, que resultaba terrible. Sobre todo después de estar con tanta serenidad tanto tiempo, el corazón se me volvía loco. Cuando te sientes así, no te queda otra que rendirte y afrontar lo que viene. Y es precioso.
- Llegué al hotel, –sigue relatando Patty- me instalé y le dije. “Ok, ya estoy aquí. Cuando estés sentado en la mesa, me avisas que salgo.” Cuando me dijo que ya, ¡bueno…! Salí de mi habitación, estaba temblando de pies a cabeza. Cuando llegué al jardín, ahí estaba Forrest … El sol brillaba y yo nerviosísima, me fui caminando hacia él… El se puso en pie y me esperó bajo ese arco –dice señalando el lugar-, clavándonos los ojos, que yo por supuesto, ya tenía llenos de lágrimas y nos fundimos en un abrazo que duró al menos cinco minutos. El abrazo más largo que he sentido en la vida.
- Cuando nos abrazamos –continúa emocionado Forrest- los dos sentimos una plenitud, como de decir: por fin he llegado a casa.
- Los primeros momentos no fueron fáciles, me volvían los nervios y se lo decía y él me abrazaba y me decía, no te preocupes, que ahora se te pasa… -y toma una pausa para reir a carcajadas-. Y como hasta que pasaron dos horas, no pudimos empezar a hablar tranquilos, sentados junto a la chimenea que está al lado de la alberca… Hablamos horas y horas, y ya no hemos vuelto a separarnos. Ha sido algo increíble, mágico, precioso.
- No hay palabras para describirte lo bonito que es lo que hemos vivido y lo que estamos viviendo –dice Forrest, totalmente entregado-. Ha sido como una llamada del cielo, a algo enorme y fabuloso. La miro y sé con certeza, en cuerpo y alma, que voy a vivir con Patty una vida extraordinaria. -Se besan y sólo falta que les rodeen los pajaritos y suelten sus trinos.
-Al día siguiente –sigue Patty-, él me invitó a pasar el día en Santa Bárbara. Me dijo, “Sabes qué, siempre he pensado que me encantaría vivir allí y quiero compartir ese lugar contigo”. Y fue otro día mágico y lleno de señales. Fuimos allí, paseamos por la playa y él ya me decía que me veía ahí, con sus hijos y yo otra vez pensando, esto va un poco rápido… Le dije: “Es ideal soñar, imaginar lo que uno quiere, pero vamos un poco rápido, ¿no?” Y nos sentamos felices junto a una roca frente al mar, para disfrutar de estar juntos y volver al presente. Remontándome un poco en la historia, yo le traje a Forrest de regalito una Virgencita de Guadalupe con un clip para poner una foto y le dije: “Quiero que pongas aquí nuestra primera foto juntos”. Y así estábamos, en Santa Bárbara, cuando Forrest dice: “no puedo creer que he olvidado mi cámara de fotos para recordar este día el resto de nuestras vidas”. Los dos estábamos de pronto súper tristes por eso… Y pensamos, no importa, nos tomamos una foto con el teléfono. Pues al minuto siguiente aparece un muchacho con una cámara profesional y nos dice: “Qué bellos… Son la pareja más bonita que he visto nunca… Estoy estudiando fotografía. ¿Les importa si les tomo una foto para mi clase?” Nos quedamos helados. Nos vimos a los ojos y no podíamos creerlo. Así que le dijimos que sí… Y dos compañeras suyas sacaron los reflectores y empezaron a iluminarlos. No dábamos crédito. Esas tres personas, así de la nada, tomándonos la súper foto… Yo le decía: “Forrest, este es un ángel y Dios nos ha tomado nuestra primera foto juntos”.
- O un paparazzi muy avispado…
- Sí, también bromeamos con eso… ¿te imaginas que sea un paparazzi? Uno muy creativo para salir con esta historia… Nos reímos muchísimo.
- En dos minutos de tomarnos unas fotos, el muchacho miró a la cámara y llamó a sus compañeras –añade Forrest-. Sus caras estaban radiantes… Cuando a la una de la mañana recibimos un email suyo con sus fotos, entendimos por qué. Eran sencillamente perfectas. La luz, el ambiente, la energía que traíamos los dos… Ahora tendremos ese recuerdo para siempre. Un verdadero regalo del cielo.
- Después decidimos acercarnos a alguna Iglesia a dar gracias por todo lo que estábamos viviendo… Y allí, otra coincidencia, casualidad, milagro, llámalo como quieras… Junto a la puerta, hecha de azulejos, estaba la Virgen de Guadalupe. Si pedíamos señales, no hay duda de que las encontrábamos por todos lados de la mano de María.
- Yo me emocioné muchísimo, empecé a llorar de alegría –confiesa Forrest sin pena-. Porque es que las confirmaciones eran constantes… Hemos vividos instantes muy poderosos, muy impresionantes, muy intensos, la verdad. Está siendo algo muy, muy especial.
- ¿Cuáles son vuestros planes inmediatos? ¿Viviréis aquí en LA? ¿En México?
- No sabemos todavía. No sabemos el tiempo exacto de cómo sucederá cada cosa, salvo que: vamos a estar juntos, vamos a casarnos muy pronto y que queremos una familia. Estamos listos, lo sabemos. He encontrado al hombre de mi vida, y todo se irá acoplando igual que se ha acoplado hasta ahora desde el día primero. Quiero una boda preciosa, con una ceremonia bonita… Hay que organizarlo, pero no nos va a llevar mucho tiempo, te lo garantizo. Queremos dar los pasos correctos, así que lo siguiente es que Forrest venga a México a conocer a mi familia… Y luego tiene que pedir mi mano, que oficialmente aún no lo ha hecho… -exclama partida de risa.
- Con esta noticia… ¿ como han reaccionado vuestra familia y vuestros amigos?
- Al principio no lo creen. Cuando llego y les digo: le encontré. Me dicen, no puede ser, si sólo le conoces desde hace dos meses, y apenas han pasado dos semanas juntos… Les digo: lo sé. Pero también sé que es él, no es el flechazo, ni la locura, ni el enamoramiento… En el fondo de mi alma, lo sé.
Le hablé a mi mamá para contarle de él: y le dije “mamá, tú me conoces, tú sabes como siempre he luchado con esto, todo lo que he trabajado conmigo misma… Es él. Lo sé. Le encontré”. Y me contestó: “Hija, si así lo sientes, no tengo ninguna duda. Estoy deseando conocerle, abrazarle y darle la bienvenida a nuestra familia”. Todos nuestros amigos más cercanos y ambas familias nos apoyan, sienten como nosotros, que esto es real y es sincero.
- Al principio penséis que era una locura, la verdad, pero después de veros juntos y oíros hablar, supongo que tiene todo el sentido del mundo y que no puede ser de otra manera…
-Para ser realmente sincera, me casaría mañana. Si no fuera porque queremos conocer a nuestras familias, en fin, seguir los pasos que se supone que se deben dar, mañana mismo nos casaríamos. –Recuerda algo y sonríe- Forrest me dijo: “Pero a tu papá le tengo que pedir permiso, o sólo le digo y ya?” -más carcajadas de los dos.
- Patty y yo somos totalmente compatibles… -asegura Forrest-. Qué fortuna fue encontrarnos cuando los dos estábamos solos, sintiéndonos libres, enteros, sin ataduras al pasado, sin asuntos por resolver… ¿Cuántas casualidades tienen que darse para eso? Pero no, nada es casualidad, todo es parte de un plan…-Se queda pensativo unos segundos y continúa-: Hay veces que las personas soñamos con una relación, aunque sea por todas las razones equivocadas… Y nosotros queremos estar juntos por todas las razones correctas. Lo sabemos, podemos comunicárnoslo él uno al otro, y eso es una roca, es algo definitivamente sólido. Espero que todo esto lo estés grabando para que nuestros hijos algún día puedan oírlo…
- En orden de pensar en volver a casarme a algún día, o formar una familia
-dice Patty tomándole la mano- el hombre que encontrara tendría que ser absolutamente increíble, porque de otra forma jamás lo iba a hacer. Prácticamente, parecía que había perdido la esperanza. Pero dentro de mí, sí soñaba con encontrar mi alma gemela. Sí quería encontrar a alguien con quien formar una preciosa familia para el resto de mi vida… Conocer a alguien como él, que ha cuidado de sus abuelos, que está tan unido a sus papás, alguien para quien la familia es tan importante como lo es para mí… Ha sido precioso, no tengo palabras para expresar lo que está siendo todo esto.
- Patty, te digo algo: estás radiante.
-El amor no puede esconderse. Me siento como una niña enamorada por primera vez en la vida.